Gonzalo Andrés Ávila Torres

El megaproyecto Saguaro, destinado a la exportación de gas natural licuado (GNL) desde México hacia Asia, ha generado una intensa polémica debido a sus impactos ambientales y sociales. Este proyecto, impulsado por la empresa Mexico Pacific y respaldado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), contempla la construcción de una terminal de licuefacción en Puerto Libertad, Sonora, y un gasoducto de 800 km que atraviesa los estados de Chihuahua y Sonora. Aunque desde un punto de vista económico busca posicionar a México como uno de los principales exportadores de GNL, las consecuencias para el medio ambiente, en particular para las ballenas del Golfo de California, son preocupantes.

El Golfo de California, nombrado por Jacques Cousteau como el “Acuario del Mundo”; y declarado Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO, es uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del planeta. Alberga el 39% de los mamíferos marinos del mundo, incluyendo especies emblemáticas como la ballena azul, la ballena gris, la ballena jorobada y el rorcual común. Estas especies utilizan las aguas del golfo como áreas de crianza, descanso y alimentación. Sin embargo, la construcción y operación del megaproyecto Saguaro amenazan con alterar significativamente este frágil ecosistema.

Uno de los principales riesgos es el incremento del tráfico marítimo. Se estima que, anualmente, 64 buques de gran tamaño transportarán el gas licuado desde Puerto Libertad. Estas embarcaciones, de 300 metros de eslora, cruzarán las mismas rutas migratorias y zonas de crianza de las ballenas, aumentando el riesgo de colisiones. Según estudios, las colisiones con buques son una de las principales causas de muerte de cetáceos en todo el mundo. Este tipo de incidentes es particularmente grave, ya que el impacto puede pasar desapercibido para los operadores de las embarcaciones, y los cuerpos de las ballenas frecuentemente no son recuperados debido a que se hunden en el fondo marino.

Otro problema significativo es la contaminación acústica generada por los motores de los buques y las operaciones de la terminal de licuefacción. Las ballenas dependen del sonido para orientarse, comunicarse y encontrar pareja. El ruido submarino puede interferir en estos procesos críticos, provocando desorientación, cambios en sus rutas migratorias y estrés, lo que afecta su salud y capacidad reproductiva. Según expertos, la contaminación acústica puede incluso causar sordera temporal o permanente en estos mamíferos.

Además, la construcción del megaproyecto implicará el dragado del fondo marino, lo que afectará no solo a las ballenas, sino también a otras especies marinas que dependen de estos hábitats.  La modificación del ecosistema podría tener efectos irreversibles en la biodiversidad del Golfo de California.

Las implicaciones del megaproyecto Saguaro no solo son ambientales, sino también sociales. Las comunidades pesqueras y turísticas de la región, que dependen de un Golfo de California sano y vibrante, se verán afectadas. La pesca y el turismo, especialmente el avistamiento de ballenas, son fuentes importantes de ingreso para estas comunidades. La destrucción de los ecosistemas marinos podría poner en riesgo su sustento y calidad de vida.

A manera de concluir con este trabajo, si bien, aunque el megaproyecto Saguaro representa una oportunidad económica, sus impactos negativos sobre el medio ambiente y las comunidades locales son alarmantes. Las ballenas, como símbolo de la biodiversidad marina del Golfo de California, enfrentan un futuro incierto si el proyecto sigue adelante. Por ello, organizaciones ambientalistas y científicas han alzado la voz para exigir la cancelación del proyecto y la protección de este ecosistema único, con el objetivo de preservar tanto la vida marina como el bienestar de las comunidades humanas que dependen de él.