Andy A. Chao
Cada vez que elijo lo que voy a comer,
pienso en lo que dejé fuera,
en lo que ya no está,
en lo que no puedo ignorar.
Un animal no es solo una comida,
es una vida que ya no respira.
Y no puedo callar esa verdad
que me pesa en la garganta,
que me quema en la piel.
Es difícil mirar,
es difícil ver
el ciclo que seguimos sin pensar,
sin mirar lo que se esconde en cada plato.
No es fácil dejar de consumir,
no es fácil pensar en lo que ha quedado atrás
cuando el mundo sigue girando,
y yo intento detenerme
en medio del ruido,
en medio de la indiferencia.
Pero cada vez que elijo,
Sé que algo cambia.
No es suficiente,
pero es algo.
Es lo que tengo,
es lo que puedo hacer.
Y el dolor de saber
que no todos eligen igual
es una carga que no se olvida,
pero al menos,
al menos es un paso.